El día miércoles 15 de octubre tu lugar en nuestra institución el acto protocolar de los 25 años de historia de nuestro querido Instituto Superior de Formación Técnica 75.
25 años de historia

Hoy es tiempo de prestar la voz. Por eso cuando pensé en este día, me imaginé prestándole la voz al Instituto 75. Creo que si el Instituto pudiera hablar diría: que hoy es un día de celebración. Que ojalá todos los días fuesen como éste, soleados y sin mucho viento.
Que hoy hace esta pausa, para revisar… para sentarse debajo de un árbol y pensar… después de una gran mudanza… diría que estos 25 años han sido una hazaña; la hazaña de moverse de aquel primer piso de la Escuela Normal, que nos albergaba hasta llegar aquí. Y digo hazaña porque no es sencillo convocar y generar sinergia, compromiso en tantas personas que vinieron a dar todo para habitar esta nueva casa. En realidad una vieja casa.
Cuando me mudé a este querido Predio Sans Souci, fue como si hubiese heredado una enorme casa antigua… de esas que vemos en las películas y en la que uno se pregunta: bueno ahora por dónde empiezo…. Los directivos de entonces, todos los docentes incluido preceptores, bibliotecarios y auxiliares de la educación pusieron de su parte.
Una comunidad educativa comprometida como pocas y aprendí uno de los secretos más fuerte que tiene la Educación, que es habitar. Éste el Predio Sans Souci, es el espacio de la Educación Superior… eso no lo digo yo… eso lo dice la Historia, lo dice esa placa que se colocó en 2007… que dice: La Educación Superior volvió a Sans Souci.
Este lugar empezó a ser nuevamente habitado, con permanencia, estudiantes que iniciaron, plantaron sus objetivos y se quedaron para ver sus frutos. Docentes que acompañamos trayectorias y las vimos egresar con título Técnico Superior.


Nadie dice que haya sido fácil, ha sido el esfuerzo de los directivos que aún puedo ver y es el desafío de los que ahora me habitan…no casualmente estos nuevos 25 años que vendrán y que serán de crecimiento, traerán nuevas carreras, nuevos horizontes, donde habrá que escuchar las demandas de tantos jóvenes que se quieren formar en nuestras aulas. Por eso no es casualidad que hoy después de 25 años tengamos un equipo Directivo, flamante, que se consolida, es muy joven, en edad y muy vital y que va por todo aquello que requiere la Educación Superior Técnica: compromiso, actualización, como decía la invitación a este festejo: Educación Técnica gratuita y de calidad.
La gratuidad es sinónimo de amor. Un lugar que se habita y se ama cuenta con los más sólidos cimientos para transformarse en un lugar de referencia. Eso soy querida comunidad educativa. Eso es el instituto 75, formador de técnicos y técnicas Superiores que dan a Tandil y a la Región el servicio educativo que tiene esta impronta: lo nuevo, lo pujante, lo vital, soy el Instituto 75 y tengo mi propio modo de aprender a sobrevivir y mi gran deseo es que ustedes me sigan habitando.
Inspectora de Enseñanza Lic. Marcela Santomil

Cuando me convocaron e invitaron a decir unas palabras en el marco de estos festejos por los 25 años del Instituto, pensé inmediatamente 2 cosas: primero, NO dudé en decir que SI, y acto seguido ¿qué digo? Me pregunté ¿Qué cosas puedo incluir en unas cortas palabras que puedan resultar de interés más allá de lo formal de un discurso? Luego de algún intercambio conmigo mismo, tomé una decisión.
No quiero ser autorreferencial, pero no puedo evitar hablar de hechos que he vivido dentro de esta institución y que me vinieron a la mente para destacar, señalar, comunicar, compartir con Uds.:
Cuando allá por el 2000 ingresé a la docencia en el nivel superior, casi por casualidad tentado por un aviso en Diario sobre un concurso de una materia (Comercialización) en una carrera de Tec. Sup en Administración con orientación en Pymes, perteneciente al Instituto 10, concurso de los llamados de difícil cobertura, jamás pensé que trabajaría 22 años ininterrumpidos en el nivel, 21 de los cuales lo hice en este querido instituto: el 75, es decir desde su creación cuando surgimos como una especie de desprendimiento de carreras técnicas del 10; y mucho menos pensé me desempeñaría como Regente durante una década.

Como docente, quizá la tarea que mejor se hacer y donde más cómodo me siento, pude enseñar y compartir experiencias, y aprender, en el marco de prestigiosas carreras, alguna de las cual hoy sigue estando de forma ininterrumpida: la Tec. en Adm. Agropecuaria. Participé en carreras originales, como Analista en gestión de servicios; Tec. Sup. En Marketing; y la mismísima Tec. En Adm de Pymes. Pude conocer e interactuar en dicha función con grandes docentes; varios de los cuales incluso presentes hoy. También con personal auxiliar, preceptores, directivos.

Como directivo, ex directivo, pude realizar tareas y participar de decisiones insospechadas para mí, como colaborar en la elección de nuevas carreras para el instituto, de dar de baja otras, sabiendo los costos que ello trae; en la selección de docentes en una incontable cantidad de concursos, en los cuales nos equivocamos muchas veces y acertamos muchas otras; de decisiones trascendentes como los cambios de sede, incluyendo la vuelta de la educación al Sans Souci, los planes de mejora institucionales para conseguir recursos, siempre escasos. Me ha tocado apagar incendios (muchos), y esto, más allá del juego de palabras, es también literal, cuando en algún verano en este predio junto al querido Leo Malsenido y los bomberos de Tandil, nos tocó tomar un curso rápido de bombero. Hasta hice el contralor mensual del instituto, durante un largo período, cuando no teníamos Secretaria o Secretario.
He discutido, intercambiado ideas, me he enojado y desenojado, siempre honestamente con profesores, coincidiendo muchas veces, discrepando otras. Equivocándome mucho, acertando de vez en cuando. Nos tocó trabajar junto al equipo en 3 sedes al mismo tiempo, en 3 turnos distintos, toda una complejidad. Definir la misión institucional, que aun veo perdura según se lee en el sitio web oficial.
Pude integrar el primer CAI, cuando aparecieron como nueva figura institucional, en la época del primer director, Alfredo Martínez Goya, quien me invitó a colaborar en tareas institucionales haciendo mis primeras experiencias en este sentido, y en donde comencé a ver el detrás de la escena del entonces incipiente Instituto 75. Hasta pudimos desarrollar en aquel tiempo, algunos proyectos de extensión desde los cuales se capacitaron a emprendedores de Tandil, en convenio con el Municipio.
Para ir finalizando, una anécdota y algunas mínimas conclusiones, a manera de un paper …
Cuando allá por el 2009, el entonces Director, Leonardo Malsenido me comentó de la creación del cargo de Regente para el instituto, y me dijo “vos te tenés que presentar al concurso”, mi respuesta fue contundente: NO (esa suele ser mi respuesta casi siempre … al menos eso dice mi esposa). A los pocos días me estaba preparando para el concurso que finalmente logré ganar y acceder al cargo; la continuidad de la anécdota es que a los 3 meses yo estaba convencido de que tenía que renunciar: sentía frustración dado que no podía lograr los objetivos (claramente excesivos) que me había propuesto. Superada esa crisis estuve 10 años como regente, hasta mi renuncia ha dicho cargo, considerando que mi ciclo estaba cumplido.
Algunas conclusiones de mi paso por el querido 75, al que cada tanto vuelvo como jurado, a seguir equivocándome…:
Aprendí muchas cosas: a valorar los equipos de trabajo, porque las instituciones son especialmente gente; a entender que las urgencias forman parte de las funciones cotidianas de un directivo; a que los objetivos y metas tienen tiempos y que los tiempos institucionales suelen no coincidir con los propios; a que se debe convivir con ciertas frustraciones; a que hay que festejar los éxitos; a que en las instituciones pequeñas si trabajamos solo a reglamento quedan cosas sin hacer; a que pasar por un cargo directivo no solo nos complica algo la vida, sino que nos brinda una visión global de la institución; a que educar para el mundo del trabajo es una función muy noble y valorable. Y a saber que los ciclos se cumplen y es sana la renovación.
Felicitaciones a la comunidad educativa del 75 por estos primeros 25 años; a seguir trabajando, a seguir formando recursos humanos calificados. Cuenten conmigo si puedo serles de utilidad, ya desde otro lugar. Muchas gracias.
Gabriel Rodriguez
